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El ‘Picante’ Pereyra con Infobae Perú: su paso por Sporting Cristal y su relación con Guillermo Farré

Cuando alguien nombra a César ‘El Picante’ Pereyra, a muchos se les viene a la mente el descenso de River Plate y su singular festejo de la ‘ranita’ con camiseta de Belgrano de Córdoba. No obstante, en Perú también es recordado por su paso por Sporting Cristal en el 2015, donde consiguió ganar el Torneo Apertura y marcar 11 goles en 36 partidos.

El nacido en Santa Fe, quien a sus 42 años sigue jugando al fútbol, recordó detalles de su paso por el Rímac, dio referencias respecto a Guillermo Farré, nuevo DT ‘celeste’ con quien jugó casi una década en el ‘Pirata’, e incluso se animó a contar un poco sobre una faceta no relacionada al fútbol.

  • ¿Qué recuerdos de tu paso por Sporting Cristal?

Fue una experiencia muy linda. Mas allá del fútbol, uno de los lugares más lindos en los que me tocó vivir y pude disfrutar, fue Lima. El tema de la comida me quedó marcado para siempre. Recuerdo que tenía todo tipo de comentarios al respecto, pero lo pude comprobar personalmente. Me encontré con un equipo muy lindo, ordenado, con todo lo necesario para solo dedicarnos a jugar. Un club que me dio la chance de jugar un torneo internacional como la Copa Libertadores, que era un desafío muy grande. No nos fue como pretendíamos, pero en lo personal fue una experiencia linda.

  • ¿Cómo se dio su llegada al club?

Yo estaba en Belgrano de Córdoba, el torneo anterior había tenido un par de propuestas, pero que el club rechazó. Pasó otro año y surgió lo de Sporting Cristal, no conocía a nadie ahí, pero el técnico era argentino (Daniel Ahmed), y cuando me surgió la propuesta, no lo dudé. Era una linda prueba para competir en un torneo internacional, algo que nunca había hecho. No había tanto para pensar, surgió la chance, se llegó a un acuerdo, Belgrano no me quería dar definitivamente y por eso me fui en calidad de préstamo.

  • Tuviste un debut soñado con un triplete contra Deportivo Municipal. ¿Cómo lo viviste?

Arranqué con la valla muy alta. Mas allá de que yo no era un goleador, era un delantero y el delantero necesita el gol. Empezar de esa manera fue muy lindo. Es más, creo que en toda mi carrera, el único lugar en el que me tocó hacer tres ‘hat-tricks’ en un año fue Cristal. Había un buen equipo, tuve una gran competencia, estaba el ‘Chapa’ Blanco, Irven Ávila y había que rendir.

  • En uno de tus primeros goles hiciste la clásica celebración de la ‘ranita’, que se hizo famosa cuando le marcaste a River en la promoción. ¿Acá en Perú te reconocían o te hacían comentarios respecto a ese partido?

Sí, es como mi carta de presentación. En todos los lugares a los que me tocó ir después de ese partido tan recordado, la primera pregunta es esa: ¿‘Vos sos el que mandó al descenso a River’? A partir de allí empieza la charla, y luego va al tema de la promoción, el festejo, el apodo. Uno llama la atención por ese lado, y la gente tiene un recuerdo por eso.

  • Como comentaste, no se consiguió el objetivo de pasar a octavos en Copa Libertadores, pero aún así quedaron varios momentos como el triunfo sobre Guaraní en el que marcaste, o la victoria sobre Racing en Avellaneda. ¿Qué recuerdas de aquella campaña?

Fue una campaña que quizá hasta ahora uno se sigue lamentando porque quedamos fuera por diferencia de gol. Hicimos un partido excelente en Avellaneda, en el que jugamos muy bien. Cuando los recibimos en Perú, fue totalmente al revés, no pudimos sacar la diferencia como locales. En uno de los últimos partidos erramos un penal faltando nada, que hubiese cambiado todo. Pero bueno, eso tiene el fútbol.

  • ¿Cómo era ese vestuario? ¿Te fue fácil adaptarte? Había referentes como Lobatón, Sheput, Cazulo, que ganaron varios títulos…

Sabía a lo que me sumaba, venía a una exigencia muy grande, porque era un equipo que venía peleando todos los años el torneo. También compartí con grandes jugadores como Ballón, Cazulo, Lobatón, que era un fuera de serie, un crack, de esos jugadores que casi no se ven. En el día a día también tuve una relación con todos, fue muy llevadero y lo disfruté.

  • ¿Tienes alguna anécdota que te llevaste de Perú?

Tengo muchas anécdotas, es difícil recordarlas todas. Está el tema de la altura, que era la primera vez que me tocaba competir con esa dificultad de la que tanto se habla. Tras vivirlo en carne propia, puedo decir que sí, que es complicado. Fue lindo haberlo comprobado como experiencia, aunque jugarlo no lo fue tanto. Otra cosa que me quedó marcada, pero no me gusta recordarla, fue que me tocó sufrir un robo junto a Matías Martínez. Tuvimos un problema en un restaurante, nos asaltaron. Fue al poco tiempo de haber llegado y nunca me había pasado algo así. Quizá tuve algunos encontronazos con algunos que se reían de la situación, de que en lugar de ver como estábamos y preocuparse, lo tomaron como un chiste. Pero, con suerte no pasó a mayores y ahora me puedo reír de eso.

  • ¿Te hubiera gustado quedarte más tiempo en Cristal?

Obvio, por todo lo que dije antes. Por el hecho de vivir donde me tocó vivir, que podía estar tranquilo, disfrutar de lo que hacía, era una ciudad muy linda, disfrutar de todas las comodidades. En lo futbolístico también, quedar en la historia, salir campeón hubiera sido muy lindo. Pero, a veces uno maneja hasta cierto punto las cosas y lamentablemente me tuve que volver. No sé si hubiera sido otro el destino si lográbamos el objetivo en Copa Libertadores o el título a fin de año.

  • ¿Cuánto cambió tu vida el gol que le metiste a River en la promoción?

Yo siempre digo que a ese plantel le cambió la vida. En lo personal, obvio, pero a ese plantel lo van a recordar por siempre. Desde el cuerpo técnico hasta al que le tocó disputar solo un partido en el torneo. Somos todos recordados por la hazaña, que para Belgrano era solo un ascenso, pero el rival del frente magnificó todo mucho más. Dentro de poco se cumplen 13 años del ascenso y se sigue recordando, la gente te sigue llamando, te siguen haciendo notas y preguntando. Por más que siempre te pregunten lo mismo, es bueno que se recuerde que uno formó parte de eso.

  • En el partido de vuelta, que empatan en el Monumental, el gol de Belgrano lo hace Guillermo Farré, que ahora es DT de Sporting Cristal y justo a ti te tocó mandar el centro. ¿Cómo viviste ese momento?

Estábamos perdiendo 1-0, Juan Carlos (Olave) había atajado un penal. Surge esa jugada en la que me voy por izquierda y tiro un centro que iba para Vásquez. Hay una desatención entre los centrales, un rebote y justo Guillermo estaba ahí para empujarla. Siempre nos reímos porque había un ayudante de campo que no tenía que pasar la mitad de la cancha porque era el equilibrio del equipo, y por suerte no le hizo caso. Cruzó la mitad de la cancha y estuvo en el momento en el que la pelota cayó, para hacer ese gol que nos dio tranquilidad. Más allá de que faltaba todavía, eran 2 goles por remontar y ya no había forma de que se nos escape.

  • ¿Es verdad que le dijiste “me salvaste” en la celebración?

En otras promociones que tuvo Belgrano, hubo jugadores que fallaron goles y quedaron marcados. Yo no quería formar parte de ese recuerdo. En la semana previa esas imágenes se recordaron. No quise ver la TV, para no mirarlas y que no me pase a mí. Entonces, me voy mano a mano con Carrizo, la pelota me queda picando, le doy por arriba, hice lo que tenía que hacer, pero en lugar de pegarle con el empeine, le di medio 3 dedos y la pelota se fue afuera. Entonces pensé: ‘otra vez, no puede ser’. Por eso ya cuando Farré hizo el gol, le dije que me había salvado, y nadie se acordó de ese fallo.

  • ¿Maradona los llamó al final del partido para felicitarlos?

Solo llamó a Farré y a Olave. Pero no nos dimos cuenta en ese momento, estábamos todos en pleno festejo. Después ellos comentaron que los había llamado el Diego y el combo completo, qué mejor que eso.

  • Eres hincha de Boca confeso, imagino que habrá sido aun más especial para ti marcar ese gol, pero Farré era hincha de River. ¿Sentiste alguna diferencia al momento del festejo?

La satisfacción fue doble. En el momento no te das cuenta, porque estás jugando para conseguir algo para ti, tu equipo, tu hinchada. Pero después termina y es inevitable, se te viene a la cabeza todo eso. Mis amigos, familia, toda la gente conocía que sabía que era hincha de Boca, comenzó a decir: ‘quedaste en la historia, sos nuestro ídolo’. El caso de Guille fue completamente contrario, toda su familia era hincha de River y hasta ahora lo deben odiar un poco, mas allá de la alegría que tuvieron por lo que había conseguido él. Lo deben tratar de traidor todavía (risas).

  • ¿Cómo era tu relación con Farré? ¿Ya lo veías con pasta de entrenador?

Por la posición que él tenía, era quien trataba de ordenar siempre al equipo, el que veía un poco más que el resto. Él también tiene su forma de mirar el fútbol y obviamente que lo analizaba y lo pensaba de otra manera. Nosotros le decíamos el ‘correcto’ porque era todo serio, y minucioso en sus cosas. Se le dio todo muy rápido también, tuvo la chance de ser ayudante de campo del ‘Ruso’ Zielinski, dirigir Belgrano, sacarlo campeón por primera vez, quedar en la historia como jugador y como técnico no es menos. De ese grupo ya cada uno siguió su camino, pero cada vez que podemos nos juntamos o tratamos de charlar un rato.

  • ¿Te escribió o te preguntó algo sobre Sporting Cristal?

No, me estoy enterando ahora que había arreglado. Pero seguro debe saber, es una persona muy curiosa y debe haber averiguado todo.

  • A tus 42 años sigues jugando en San Lorenzo de Esperanza en la liga regional de Santa Fe. ¿Cómo mantenerse vigente y con la motivación de jugar a esa edad?

Sigo jugando porque me gusta el fútbol, toda la vida hice esto y me siento bien físicamente para poder hacerlo. Las ganas no se van, muchos dejan porque el cuerpo les dice: ‘hasta acá’. Yo me pongo como meta entrenar bien y poder competir todavía. Yo sé que no es una liga profesional, que es lo que me gustaría hacer, pero la exigencia es buena, hay muchos chicos, físicamente fuertes, corren, te exigen que estés preparado, que no te duermas. Me cuesta muchísimo la idea de dejarlo, mas allá de que algún día se va a terminar y solamente lo haré para divertirme. Jugaré hasta que las piernas me digan basta. Las ganas de jugar nunca se me irán, uno quiere estar de la línea para adentro. Una vez que te paras del lado de afuera ya está, te cambia la vida, las cosas que deseas que pasen en el terreno de juego, puedes pensarlas, querer hacerlas, pero dependes de otros. Eso es lo que todavía no quiere experimentar.

  • ¿Tienes en paralelo alguna otra actividad además del fútbol?

Tuve un par de propuestas a principios de año, de comenzar a hacer algo con los chicos en Unión de Santa Fe, comenzar a dirigir una categoría, hacer camino. Soy un convencido de que no hay que quemar etapas. Quiero experimentar, aprender, prepararme bien, si el día de mañana se me da la oportunidad de dirigir en primera división, bienvenida sea. Pero hoy, siento que la forma de empezar es con los chicos, hay mucho trabajo por hacer, los chicos llegan cada vez menos preparados a primera división. Estamos tratando de darle forma a la propuesta y seguir jugando paralelamente.

  • ¿Te gustaría trabajar en Cristal?

Ojalá que algún día tenga la oportunidad de volver, ya desde otro lugar, y compartir algo ahí.

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