Una remontada que valió una final
En medio de caídas aparatosas y eliminaciones a nivel internacional, solo un club peruano fue capaz de dar vuelta a un marcador holgado y clasificar a una nueva instancia copera. En 1993, Sporting Cristal goleó a El Nacional y accedió a los Cuartos de Final de la Copa Libertadores.
Aquel acontecimiento data del mes de abril de 1993, en el marco de los Octavos de Final de la Copa Libertadores. Sporting Cristal, bajo la batuta de José Carlos Amaral y con la base de aquel equipo arrollador de mediados de los noventa, logró la hazaña de clasificar a los Cuartos de Final, ya que tras ser goleado -en Quito- por El Nacional, remontó el marcador en Lima e inscribió su nombre en la siguiente instancia copera.
En el grupo conformado por equipos peruanos (Universitario) y venezolanos (Caracas y Minervén), Sporting Cristal tuvo un mal inicio, pero se recompuso y logró acceder a los Octavos de Final por detrás de la escuadra crema. Así, en la siguiente instancia, ambos representantes peruanos se enfrentaron ante los ecuatorianos -Barcelona SC y El Nacional-. Los celestes, en su visita al Atahualpa de Quito, sufrieron lo indecible y fueron derrotados de manera contundente.
Aquella vez, a fin de evitar los efectos de la altura, los celestes se trasladaron en un charter hasta Quito, pero esta medida no impidió la caída en la ciudad norteña. El campo en pésimas condicionas y los factores climatológicos -una lluvia azotó la zona en el preciso momento del encuentro- terminaron favoreciendo a la escuadra local. El Nacional, como se lo había propuesto, se adelantó en el marcador apenas a los 7′ por intermedio de Luís Chérrez, quien de cabeza batió la resistencia de Miguel Miranda.
Tras ello, la escuadra bajopontina salió en busca de la paridad, pero la carencía de argumentos necesarios para vulnerar el bloque defensivo norteño terminó siendo nulo en este primer capítulo. Pese a que El Nacional se encontraba adelante en el marcador, el aficionado local hizo sentir su desazón; por ese motivo, llegaron las pifias generalizadas desde las tribunas del Atahualpa.
No obstante, en el inicio de la complementaria los bajopontinos por poco igualan la cuenta, pero el ‘Coyote’ Rivera no estuvo preciso frente al marco criollo. En tanto, El Nacional apelaba al juego aéreo para tratar de vulnerar otra vez la valla de Miranda y, cuando el encuentro se tornaba enredado, aumentó la cuenta. Tras el cobro de un tiro libre, el ‘Carón’ dejó un rebote, el cual le calzó perfecto a Quiñónez, quien se encargó de marcar el segundo gol ecuatoriano. Desde el banco celeste, Amaral tomó correctivos y decidió el ingreso de Roberto Palacios y Orlando Prado por los intrascendentes Marquinho y Carlos Lobatón.
Los celestes apuntaban a marcar el descuento para intentar darle vuelta al score en Lima, pero el cuadro criollo volvió a quebrar el fondo celeste y Luis Chérrez, tras aprovechar un grosero error en el rechazo de Martín Duffoó, marcó su doblete personal y el tercer tanto de El Nacional. Los del norte, sin demostrar una notoria superioridad, lograron un triunfo contundente que prácticamente los ubicaba en Cuartos de Final. Empero, aún quedaban noventa minutos en juego y la historia tendría otro final.
La Revancha
Tras el 3-0 que recibió Cristal en Quito, Amaral decidió poner la carne en el asador y dispuso de un sistema ofensivo en busca de emparejar la cuenta. En aquel andamiaje destacó el accionar de Pablo Zegarra, quien hacía su presentación con los celeste en la justa continental.
Los dueños de casa, desde el saque, salieron en busca de la apertura del marcador; apenas a los 6′, Zegarra habilitó a Jorge Soto, quien con un fuerte remate cruzado venció la resistencia de Francisco Reynoso. Este gol tempranero y el vértigo mostrado por Cristal en los posteriores minutos despertaban la ilusión en el aficionado.
Las situaciones de peligro se seguieron suscitando en la valla criolla, pero no llegaron a ser concretadas. Sin embargo, sobre el final de la primera mitad, Percy Olivares aprovechó una mala salida de Reynoso para marcar el segundo tanto bajopontino. Con esta anotación, los celestes se ponían a un sólo gol de igualar la cuenta global y forzar una definición de penales.
En la complementaria, El Nacional replanteó su esquema: replegó líneas en busca de mantener la diferencia en el marcador global y asegurar su pase a Cuartos de Final. Sporting Cristal, en tanto, tenía la posesión del esférico, pero ya no generaba zozobra en el fondo criollo. Con el correr de los minutos, la ilusión terminó convirtiéndose en impaciencia, ya que sólo bastaba un gol para igualar el marcador global.
Empero, recién a los 73′, gracias a un tiro libre ejecutado por Marquinho la delantera celeste pudo marcar el ansiado tercer gol. De esta manera, se igualaba el score de la ida y en los posteriores minutos se iba por más: el pase directo a la siguiente instancia. De hecho, cada ataque de Cristal hacía parar de sus asientos a los pocos privilegiados que se dieron cita en el coloso de José Díaz.
Así, cuando parecía que la serie se terminaría definiendo en tanda de penales, ocurrió lo inimaginable. En el último minuto, Marquinho fue trabado en el área y la falta derivó en un disparo desde los doce pasos. Cabe mencionar que el accionar del brasileño desde su arribo a tienda celeste siempre fue cuestionado, ya que nunca demostró el nivel exhibido en Sport Boys. Empero, este era el momento preciso para acallar críticas: tomó el balón, se paró frente a Reynoso, sacó el latigazo y selló el añorado 4-0, desatando la locura en el Nacional ante el escepticismo de varios frentes que ya firmaban una eliminación celeste, los cuales terminaron celebrando con la clasificación de Sporting Cristal a los Cuartos de Final. La hazaña celeste, además, significó que un equipo peruano, luego de veinte años, volviera a colarse dentro de los ochos mejores clubes del continente.
Una gesta que, por increíble que parezca, vio como un equipo peruano fue capaz de remontar un marcador holgado.