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La Cancha: Sporting Cristal 1 – Club Guaraní 1

Para ser un club de fútbol que no celebra empates, empates es lo que más hemos tenido. Cerramos nuestra participación en la Copa Libertadores 2015 con 4 empates, una victoria (de visita) y una derrota (de local). Quedamos eliminados con 7 puntos, una cantidad que no alcanza siquiera a cubrir la «media inglesa» y que muestra con claridad que no llegamos a consolidarnos como un equipo que pudiera tener argumentos claros y contundentes con miras al logro del primer objetivo internacional que era clasificar a octavos de final.

Ahora, con este resultado puesto es muy fácil prender el ventilador y hacerle el juego a nuestros rivales que celebran nuestras caídas como si eso los hiciera a ellos mejor de lo que son. Hay que dejar la amargura y ver las cosas en perspectiva y con mucha, mucha, autocrítica. Por lo pronto, desde este columna, yo afirmé en varias ocasiones que Sporting Cristal, a pesar de todo lo que tenemos a favor, seguía siendo un equipo débil en el ámbito internacional, que somos el campeón del peor fútbol de la región y que por eso no debíamos ver por sobre el hombro a ningún equipo. Que cada punto nos iba a costar sangre y que, por lo mismo, no podíamos darnos el lujo de perder puntos que teníamos casi ganados ni tampoco a renunciar a ganar alguno que pudiera estar al alcance.

Sin embargo, eso fue lo que hicimos. No supimos mantener resultados y tampoco supimos salir a buscarlos cuando era posible. Cuando los precisábamos casi con obligación, no pudimos. Nos faltó. Ayer nos faltó un gol. En Asunción nos faltó tranquilidad, contra Táchira en Lima nos faltó concretar la superioridad, contra Racing en Lima nos faltó concentración en una jugada clave, en Venezuela nos faltó convencimiento y coherencia. En resumen: nos faltó. Siempre nos faltó algo. Los argentinos tienen una frase propia para eso: «Siempre te falta cinco para el peso». Y yo siento que a Cristal siempre, en toda esta Copa Libertadores, le faltó cinco para el peso. O para el sol, si quieres acriollar la frase.

Ese cinco que le faltó a Cristal, desde mi punto de vista, se llama «jerarquía». A este Cristal 2015 le faltó jerarquía internacional, precisamente aquella que te permite mantener resultados favorables y conseguir los resultados que necesitas. Jerarquía Internacional, que no es lo mismo que «roce». Por eso ayer, impulsado por la necesidad, terminamos siendo un equipo inócuo y sin ideas claras que se eliminó frente a un equipo paraguayo que vino de menos a más en la copa y que mostró jerarquía. ¿Cómo así? Saliendo a buscar su partido en Lima. Se defendió con criterio y orden y nos atacó con inteligencia. Obtuvo un resultado con esfuerzo y como fruto de lo planteado. La camiseta celeste, por el contrario, se eliminó entre el marasmo de rendimientos individuales bajos y, lo más preocupante, ante la ausencia de un criterio de juego.

Eso es lo que más molesta, la ausencia de juego. Cristal terminó buscando el resultado a punta de centros y pelotazos lanzados a un área paraguaya bien defendida por jugadores que sienten ese juego de defensa y rechazo. Centros que, para mayor preocupación, salían buscando a tres delanteros que no destacan por su juego aéreo. Y si ni Irven Ávila, Sergio Blanco o César Pereyra destacan por el juego aéreo, pues ni Alexis Cossio ni Josué Estrada destacan por la certeza de sus centros. Cristal escogió, para lograr su objetivo, la formula que peor le sale. ¿Y después nos preguntamos por qué no clasificamos?

La búsqueda de la competitividad internacional es un camino largo y nosotros lo hemos empezado a recorrer hace un par de años. Lejos están los años 90 en el que hubo equipos cerveceros que tenían algo más de la jerarquía que hoy nos falta. Esos episodios son, a estas alturas, parte de otra historia. El camino que estamos recorriendo lleva recién un par de años. Habrá, entonces, que seguir caminando. Y habrá que anotar estas falencias para no presentarnos tan débiles el próximo año. Eso es lo que espero, que estos seis partidos hayan servido para aprender.

Nuestra obligación ahora es garantizar nuestra presencia en la próxima libertadores para dar lección de lo aprendido. No hay otra.

Por: Chalo

Director de elcristalconquetemiro.com

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