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La Cancha: Sporting Cristal 1 – Comerciantes Unidos 1

La principal preocupación del profesor Mariano Soso en estos días va a ser cómo resolver el problema de la falta de profundidad en Sporting Cristal. Su equipo defiende, recupera, arma pero no sabe cómo generarse opciones claras de gol. Y cuando las genera, sufre bastante para culminarlas. Es muestra de que a este equipo aún la falta afinar engranajes. Pero, tras verse el mismo problema en dos partidos consecutivos, ya empieza a ser algo que termina desmereciendo el esfuerzo de todo el funcionamiento del equipo. La sensación era conocida: Cristal y Comerciantes Unidos podían seguir jugando dos días más, el gol cervecero no iba a llegar.

¿Por qué Cristal no puede trasladar su dominio y superioridad al marcador?

Empezando por el final, podemos decir que en el segundo tiempo el equipo de Soso no manejó su propia ansiedad. Se necesitaba tranquilidad para poder tomar mejores decisiones. En la desesperación se tomó la misma decisión de siempre: el pase largo a la olla. Sólo se logró que el arquero Pretell se destaque tanto en la atajada como en ganar tiempo. No se entiende la autolimitación de Cristal. Renunciar a cualquier forma de ataque sólo para optar por lanzar centro tras centro como si no hubiera otra forma de jugar. Y a eso hay que sumarle que los centros que se lanzaron no fueron lo que diríamos “verdaderamente” peligrosos. Los hubo que se pasaron de frente, los otros que iban o muy arriba o muy abajo y, finalmente, los mas, que fueron directamente a las manos del arquero y no a la cabeza del jugador celeste.

Y antes de eso se vio también una innecesaria predilección por generar goles de añadida. Había que tener presente que los goles valen igual ya sea si disparas potente desde fuera del área que si lanzas el pase para que anote un delantero libre debajo del área. Por momentos, en el ataque, pareció que Cristal jugaba fulbito y que al inicio del partido se había pactado que no valían goles ni de fuera del área, ni de cañonazo. Que los goles tenían que ser nececesariamente de rastrón, como cuando juegas en la calle y nadie quiere reventar la pelota por miedo que se vaya a la pista.

Si retrocedo más, recuerdo que tuve la sensación de que el medio de Cristal no funcionaba bien. Que Carlos Lobatón parece no ubicarse en el esquema porque en el sitio donde se suponía que iba a estar él, había un vacío. A Loba lo vimos de segundo delantero, de doble seis, de lateral y en varios otros lugares. Eso esta bien, la idea del jugador que flota y se ubica donde mejor pueda rendir de acuerdo a lo que pida la jugada. Pero ayer había un hueco ahí. En el espacio que dejaban Alfredo Ramúa, Gabriel Costa, Irven Ávila, Horacio Calcaterra y Josepmir Ballón faltaba un jugador. Faltaba un pivote que ordenara a Cristal. Y sin él, las jugadas se hacían eternas y horizontales.

El gol de Comerciantes no me genera drama. A un equipo que ataca siempre es posible que le encajen un contragolpe. Pero al parecer el equipo si lo sintió. El gol de la apertura del marcador pareció darle alas al equipo y prometía un festival. La contra los agarró mal parados y ese golpe no fue superado. Hubo una diferencia en el ánimo del equipo que decidió no descuidarse tanto. Se armó de cautela y paciencia y jugó con la expectativa de que el triunfo caería por gravedad. Al paso de los minutos, la cautela y la paciencia se transformaron en desesperación y en un sin fin de centros sin objetivo.

A todo esto quisiera añadirle algo más y es que me da la impresión de que Mariano Soso demora mucho su replanteo. Entiendo que eso se debe a que él confía en su trabajo de la semana. Pero también es cierto que un golpe de timón desde la banca sirve cuando uno empieza a notar que el equipo se empieza a atollar en el partido. La salida de Gabriel Costa fue fortuita pero los cambios de Calcaterra y de Lobatón, que buscaban replantear el desarrollo del juego, fueron tardíos.

El jueves se inicia la Copa Libertadores. Los equipos que vienen a defenderse con uñas y dientes parecen ser nuestra principal incógnita. Viene Peñarol, equipo grande e histórico donde los haya. Los uruguayos vienen a mostrar sus mejores credenciales: la defensa. Mariano debe dormir poco y mal pensando en cómo hacer para darle verticalidad y contundencia a su equipo. Pequeño gran detalle.

Por: Chalo
Director de elcristalconquetemiro.com

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