La Cancha: Sporting Cristal 0 – Juan Aurich 2
En una tarde en la que aún se sentía la resaca por el buen triunfo del pasado martes en Avellaneda y que, aparentemente, se jugó pensando más en lo que vaya a suceder la noche del martes en el Nacional, Sporting Cristal hizo todos los (des)méritos para perder este partido frente a un Juan Aurich que, sin ser superior, se encontró dos goles y los defendió con todo lo que tenía.
Es un año desde la última vez que Juan Aurich nos había ganado. Fue aquella tarde del 5 a 1 en Chiclayo. Desde entonces se jugaron siete partidos sin que el equipo chiclayano hubiera podido contra la camiseta celeste. Y en el interín Cristal no sólo lo goleó sino que se dio el gusto de dar una vuelta olímpica frente a ellos. Con esa carga llegó Juan Aurich al Alberto Gallardo y con la expectativa de que, con un Cristal que podía estar distraído con la Copa Libertadores, se iba a romper esa racha de 12 meses y tantos partidos.
En el análisis diremos también que Cristal salió con el equipo alterno y que Aurich casi no guardó a sus titulares. Diremos también que a pesar de esa diferencia, Aurich cedió pelota y terreno a Cristal durante gran parte del primer tiempo y que tampoco es que se notara gran diferencia para ningún lado. En todo caso, el tema se definió en el área roja donde Balbuena cerró todo durante toda la tarde y anuló a Alexander Succar y a Beto Da Silva. Y en aquellas en las que Balbuena no llegó, estuvo Gallese para acallar el grito rimense.
Tendremos que decir, también, que los dos goles del Aurich, llegados en la parte final de la primera mitad, tienen gran responsabilidad en lo que hizo Alexander Araujo. Dos errores que nos costaron el partido por más que luego Alex tuviera un par de actuaciones buenas.
En el segundo tiempo, Juan Aurich vio de cerca la oportunidad que tanto soñaba: poder tener a la mano una victoria sobre Cristal. La asió y no la soltó. A lo hecho por Balbuena y Gallese, le mostró una intención defensiva que trajo resultados. Roberto Mosquera «estacionó el bus» frente a su arco y apostó a que la ventaja le sea suficiente. El rojo jugó casi todo el segundo tiempo con 9 o 10 jugadores detrás de la línea del balón, apostando a contragolpes que no encontraron petroleo.
Cristal simplemente no supo darle la vuelta a este planteamiento chiclayano. No sólo por que la defensa de la visita superó a la ofensiva local sino porque Cristal se vio, además, huérfano y distraído. Fue poco lo que mostró Renzo Sheput y errático lo que mostró Diego Manicero. Jairsinho Gonzales se diluyó en su propio vértigo y Joazinho Arroé fue una oda a la jugada irrelevante. Nunca se pudo enfrentar con seriedad el muro aurichista y por eso, a pesar de no mostrar superioridad, se llevó los tres puntos que le permiten salir del fondo de la tabla general.
El resultado molestó. Evidentemente nadie salió contento. Pero cuando tiene aún mieles de copa en los labios, las cosas se toman con mayor ligereza. Si el martes obtenemos nuestro resultado contra Racing, este partido será una anécdota al igual que, si no lo hacemos, este partido será agravante del drama. Ni anécdota ni drama, pero hay que tener presente los errores, más ofensivos que defensivos esta vez, que hicieron que el equipo alterno no pueda hacer defender la localía en un Torneo del Inca que también está a nuestro alcance.
Por: Chalo
Director de elcristalconquetemiro.com