Aunque diera la impresión de que no fue tan malo, el partido en el Cusco fue un mal partido de Sporting Cristal en el que perdimos casi la totalidad de nuestras opciones de entrar a las semifinales del Torneo del Inca 2015. Aún queda una opción de clasificación que pasa por que ganemos este domingo a Deportivo Municipal en el Alberto Gallardo y esperemos que un equipo suplente de Juan Aurich pueda evitar caer ante el puntero Universidad San Martín.
Recordemos, entonces, que nuestras opciones en este torneo no se perdieron en este partido en Cusco, donde una derrota por la mínima diferencia viene siendo un resultado recurrente, sino que se perdieron en los dos bajísimos partidos que hicimos frente a la Universidad San Martín y Juan Aurich hace un par de semanas. En un grupo tan parejo, esos 6 puntos nos bajaron de ser un líder cómodo a uno de los equipos que lucha punto a punto por la clasificación.
A fin de cuentas, esto es fútbol y no está nada dicho hasta el final por lo que el esfuerzo de este domingo deberá ser contundente así como el apoyo y el aliento.
Lo que no quita que lo de ayer fue pobrísimo. Sin salidas por laterales, sin juego en el medio, sin ideas adelante, Cristal no llevó real peligro al área cusqueña. En la defensiva, contrario a lo que es usual, se hizo un buen partido ante un rival que siempre estuvo a un paso de encimarnos. Lo de Abram y Revoredo fue notable así como lo de Araujo que entró en el segundo tiempo y tuvo un par de atajadas notables.
Pero lo que se hacía bien en defensa se diluía rápidamente en mediocampo con una cantidad indignante de pases errados. El que no quedaba corto, quedaba demasiado largo o iba directo a un rival. Cristal no pudo elaborar simplemente porque no tuvo la capacidad de dar dos pases correctos y así no se puede. Vamos, la excusa siempre está lista: la cancha rápida con el césped bajo y mojado y la altura que hace que las pelotas vayan más rápido que en la costa. Si, claro, la excusa. Pero… ¿acaso es la primera vez que jugamos en Cusco? ¿No estamos en capacidad de poder sobreponernos a estos «handicap» que, por lo demás, son harto conocidos? En fin.
Y sin dar dos pases, es poco lo que cualquier equipo puede hacer. Cristal terminó apostando al pase largo que, usualmente, también se iba impreciso. A pesar de eso generamos algunas, poquísimas, que no pudieron ser concretadas porque eran incómodas. Una cosa es que la pelota haya llegado al área cusqueña, otra totalmente diferente es que lo haya hecho en condiciones de juego favorables para un remate al arco. Yo cuento sólo la que tuvo el Picante Pereyra en el primer tiempo y que la falló increíblemente en una jugada que tuvo tiempo y espacio.
Es cierto que Cienciano juega y juega bien, pero creo que Cristal se diluyó en el respeto al rival y la renuncia a intentar hacer lo que sabe.
Felizmente para nosotros, el fútbol es impredecible. Hoy no dependemos de nosotros pero, quien sabe, tal vez podamos aprovechar la Pascua para celebrar una más de aquellas oportunidades en las que el fútbol se rebela ante la lógica.
Por: Chalo
Director de: elcristalconquetemiro.com
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