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La Cancha: Alianza Lima 2 – Sporting Cristal 0

Mas allá del gol en offside, del penal que no fue, de la roja que no debió ser y del penal cobrado. Más allá de eso. Los errores de ayer fueron bastantes y por su reiteración, indignan. Pero el fútbol es también eso: errores arbitrales. Limitar el análisis a los errores arbitrales es quedarse en lo anecdótico. Por que a la larga son eso: anécdota. En nuestro caso, anécdota amarga. Pero anécdota al fin y al cabo.

 

Hay que ver más allá del silbato de Miguel Santibañez para sacar algo en claro.

Y más allá del árbitro, la realidad es que este Sporting Cristal no estará en caída libre pero esta en franco resbalón. Estamos trepando el palo encebado y no sólo no subimos sino que a cada esfuerzo, bajamos mas. Ya sumamos varios partidos en los que no encadenamos un rendimiento redondo. A veces se juega bien y no se concreta, otras veces se concreta más por ganas que por fútbol, y otras – como ayer – no se concreta porque no se genera.

Con todo el viento en contra, Cristal logró emparejar el partido por largos momentos pero no hizo daño. Cristal es un equipo inócuo, bueno como el agua. Y eso tiene explicación en las decisiones de juego. La mitad de las decisiones de ataque que toma el equipo cervecero, las toma mal. Así, se regalan pases en salida en vez de mantener el balón, se lanza el pelotazo desde muy atrás esperando que a Sergio Blanco le salgan alas en los pies, se elije jugar el balón por abajo cuando el ataque pide centro, se lanza el centro cuando la jugada pide otra acción y se elije el pase cuando se está a tiro de gol. La mitad de las decisiones de ataque las tomamos mal. Y de la mitan que se decide bien, las tres cuartas partes se ejecuta mal. El desborde fue la opción perfecta pero, en vez de ir al arco, se lanza la pelota a la popular. Se logra estar a tiro de gol pero, en vez de empujar la pelota adentro, se la manda elevada de cabeza. Y si a esto le sumas un par de desatenciones defensivas garrafales por partido … ya sabes cómo viene la mano.

Y en eso se pierde Cristal. Una y otra vez. Nos convertimos en un océano que ataca y ataca cuales olas que chocan en un acantilado y nos terminamos ahogando en nuestros propios ímpetus. Así va a ser dificil.

Daniel Ahmed no ha logrado hacer un equipo fuerte mentalmente. Entramos presionados al partido y no hay ningún momento en que podamos pensar con claridad y ejecutar – bien – aquello que el partido pide. Queremos hacer todo y no hacemos bien nada.

Cristal debe ganar todo lo que juega. Aún tenemos opciones de clausura y hay que buscarlas. Buscarlas además porque no podemos regalar el siguiente clásico. Nuestra historia y nuestra camiseta nos impele a ir a buscar el partido y esperar que aquellos equipos a los que les hemos cedido la preferencia de título, no sumen.

Pero, claro, una correcta planificación nos obliga a pensar en semifinales. Por lo pronto, esperar que se recuperen lesionados y descansen suspendidos. Esperar que la tranquilidad y la madurez vuelvan al Rímac y que volvamos a hacer ese equipo criterioso que alguna vez fuimos. Los rivales ya nos tomaron la mano, ya saben como anularnos y desesperarnos, hay que tomar fuerzas de flaqueza y atacar con todo esta última parte del torneo.

¿Algo más?

Sí, Alianza salió a sacarlo del partido a Ballón y desarmar el mediocampo celeste. Lo patearon desde que empezó y no demoraron 10 minutos en sacarlo de la cancha. Anótalo, para cuando te hablen de recursos nobles.

¿Algo más?

Sí. Anoche se quiso nuevamente humillar a la hinchada cervecera. Se quiso limitarla a un espacio demasiado reducido y se pretendió volver a hacer ingresar hinchada local a la tribuna norte como en el 2013. Esto es reiterativo y muestra la intención del local. No es justificable la reacción de la hinchada cervecera pero, cuando quiere entender los problemas, debe enfocarse en la raiz. Y la raíz es la decisión de algún irresponsable que se negó – sin justificación alguna – a hacer lo lógico y evidente: la popular visitante, para el público visitante. Así de simple te evitas problemas. El partido pudo desarrollarse con tranquilidad pero se debe tener en cuenta que muchas veces quienes incitan la violencia no son las personas que van a la tribuna sino algún irresponsable de terno y corbata que se sienta en el palco.

Port: Chalo
Director de elcristalconquetemiro.com

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