El fútbol, deporte popular, desde siempre fue conocido como: la fiesta del pueblo, un momento de esparcimiento y derroche de pasión, una aventura de 90 minutos inexplicables en la que puedes conversar y hasta abrazar a personas que no conoces y que de seguro nunca más volverás a encontrar en tu vida… la verdadera democracia para todas las clases sociales sin excepción.
Esta fiesta de un tiempo a esta parte está siendo opacado por la actitud matonesca de la Policía Nacional.
Hoy, el hecho de ir al estadio se ha convertido en un calvario para los hinchas del fútbol y específicamente de nuestro amado Sporting Cristal. Comenzando con la programación de partidos en días no apropiados, pasando por la venta de entradas en, la casi para todos tan lejana, La Florida y rematando con el poco criterioso aumento de los precios para todos los partidos del año pasado en un descuidado y maloliente estadio Alberto Gallardo, la simple aventura de decidirse seguir al equipo parece una acto de masoquismo.
Bueno, ayer una vez más asistimos sorteando todos los obstáculos (nuestra pasión pudo más que la ineptitud de los dirigentes) y llegamos al estadio donde nos reciben policías enfurecidos embistiéndonos con caballos como si fuera una corrida de toros. Pasan por las filas agitando su vara como si las personas que asisten se trataran de delincuentes. Luego de despojarnos de casi todas nuestras pertenencias logramos ingresar, aunque valgan verdades ingresar a una cárcel parece más amistoso.
Ya adentro nos preparamos a disfrutar del espectáculo calentando la garganta para alentar a nuestro querido Sporting, pero, otra vez la policía, que al mismo estilo de rankeados delincuentes, parecen drogados para arremeter sin piedad contra cualquiera que se cruce en su camino, no hay persona que se salve de su brutalidad, sea mujer, niño, anciano o discapacitado. Pareciera que la gente que entra al estadio compró un ticket para ser pisoteado y maltratado, y al pitar el árbitro el final del encuentro peor, no puedes quedarte un minuto en tu “butaca” aplaudiendo a los tuyos, cuando vuelven a aparecer estos personajes para que blandiendo sus varas te empujen fuera del estadio.
Ya sumados a la poco inteligente decisión de prohibir instrumentos musicales y banderas, cada vez suman más trabas. No correas, no gorras(a pesar que ahora hasta el Ministerio de Salud recomienda su uso para protegerse del sol), no lentes, no aretes.
Estos representantes de la ley no entienden que están desarrollando un trabajo de servidores públicos y que están tratando con personas que salen a divertirse y no con delincuentes.
Aún a pesar de salir con la consigna de maltratar a los clientes potenciales que tiene el Club. Ellos (entiéndase el Club) están en la obligación de pagarles a los policías por sus pésimos servicios. No habrá quien les haga entender que el fútbol como negocio es una actividad económica que necesita de un buen trato al cliente para que este regrese.
Veremos si este año cambian las cosas, pero por lo visto ayer… cambiaran para peor…. Todo con la bendición de nuestros ¿dirigentes? Que no se preocupan por dar un buen servicio al espectador (cliente) e invitarlo a que vuelva.
¡¡¡Fuerza Cristal!!! Este año el campeonato lo ganamos todos.
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