CRÓNICAS

Cuando el Gallardo tuvo luces

Desde que se inauguró en 1961, el estadio San Martín de Porres (Hoy Alberto Gallardo) albergó innumerables jornadas de fútbol en la capital, la mayoría asociadas a partidos del ascenso o de carácter amistoso. Sin embargo, la luz del día fue siempre el límite que se impuso sobre el escenario limeño, que solía ceder el protagonismo de los encuentros más importantes al estadio Nacional.

El sábado 3 de junio de 1967 se abrió una nueva oportunidad para la cancha ubicada junto al Puente del Ejército. Aquel día, bajo el auspicio del Comité Nacional de Deportes -el actual IPD-, se dio el último paso para que el San Martín acoja partidos de fútbol en horario nocturno, pues ya se habían culminado los trabajos para instalar los postes, que dentro y fuera de las tribunas, daban iluminación a la cancha.

Quien organizó la inauguración fue Sporting Cristal, club que aprovechó la gira que cumplía el Atlante por Ecuador para cursar la invitación. Hasta ese año, la selección de México era el único equipo de fútbol de ese país que se había presentado en suelo peruano, por lo que la presencia de los Potros de Hierro resultó una novedad adicional para el espectador limeño.

En el plantel de la visita se mostraba como mayor atractivo el nombre del brasileño Paulo Valentim, quien hasta 1965 había sido figura excluyente en el ataque de Boca Juniors de Argentina. Otros nombres conocidos eran los del delantero mexicano Ernesto Cisneros -que un año antes jugó la Copa del Mundo en Inglaterra- y del arquero Raúl Orvañanos, actual comentarista de Fox Sports en la televisión azteca.

El programa comenzó a las 18:30 con el choque entre Defensor Lima y Defensor Arica, cuadros que empataron 1-1. Dos horas después fue el turno del conjunto bajopontino, que así presentó en sociedad a Didí como su nuevo técnico. El brasileño había regresado a Perú un mes antes para cumplir su segunda etapa al mando de Cristal, un cargo que ya había desempeñado entre 1962 y 1964.

El juego contra Atlante resultó de fácil resolución para los del Rímac, pues solo necesitó tener a José del Castillo y Carlos Gonzales Pajuelo inspirados para poder sacar adelante el triunfo. Pese a ello, el primer tiempo solo tuvo una anotación: a los 21’ apareció Del Castillo burlando rivales por la punta derecha para luego sacar un centro hacia el área, donde Gonzales Pajuelo sacó un remate que abrió la cuenta.

El once mexicano, por más que intentó empatar, siempre se encontró con el problema de tener al brasileño Valentim en una pésima noche, por lo que apenas si inquietó el arco de Luis Rubiños. Ya en el complemento volvió a surgir Gonzales Pajuelo como goleador a los 46’, momento en el que entró libre por el centro del campo para fusilar a Orvañanos.

El 2-0 no se movió más en el San Martín, más aún luego que Didí operó cinco cambios en su escuadra, lo que acabó por enfriar las acciones. Con el pitazo del árbitro César Orozco, el doblete llegó a su fin ante 7,580 espectadores, todos testigos de excepción de una infraestructura que se mantuvo prácticamente inalterada hasta 1995. Esa temporada Cristal reinauguró el estadio, pero al precio de retirar los postes de iluminación que antes adornaban el recinto.

Por: Roberto Gando