Crisis de liderazgo
Si hay algo distinto en la crítica que estos días se da hacia la actualidad de Sporting Cristal es que ya no sólo apunta a jugadores o comando técnico sino que ha apuntado a la dirigencia. Y es que la dirigencia ha dado dos traspiés que justifican eso:
En primer lugar, las decisiones que tomaron. Es fácil ser general luego de la batalla pero acá tenemos que concluir que nuestra dirigencia, y específicamente nuestra Comisión de Fútbol, pierde casi todas las apuestas hace Los únicos jales hechos por la Comisión de Fútbol y que dieron resultado fueron son los de Horacio Calcaterra, Maximiliano Núñez y Sergio Blanco. Todos los demás fueron apuestas erradas. Y estamos hablando de un par de decenas: desde Jonathan Ramírez hasta Rolando Blackburn (quien aún tiene algunos partidos para demostrar algo). Este no es problema de presupuesto, es un problema de criterio. La Comisión de Fútbol siempre decide mal. Y nadie asume ninguna responsabilidad por eso.
En segundo lugar tenemos los argumentos que usan para justificar sus malas decisiones. Demuestran mediocridad y conformismo cuando se arman de excusas y se niegan a asumir responsabilidades. Cristal es el “club de las excusas”. Antes justificaban malos partidos (la altura, el calor, las canchas sintéticas, las malas canchas, el mal viaje, etc). Ahora justifican malas campañas: el bajo presupuesto, el alto costo de los jugadores, el bajo nivel del campeonato y otros más.
Ninguna de esas excusas es falsa, pero la forma tan conveniente en que son usadas por la dirigencia hace que pierdan toda credibilidad. Eso pasa cuando uno tiene la valentía para desafiar y menospreciar a la gente pero no tiene la valentía para asumir sus propios errores, para reconocerse a si mismo como un elemento pernicioso y para dar un paso al costado.
Pero el problema dirigencial no empieza en la Comisión de Fútbol. El problema dirigencial es transversal en todo Cristal. Uno empieza a revisar la actualidad rimense y se ve estamos enfrentando la decadencia administrativa de la institución. Que, en comparación con lo que fue Cristal hasta hace unos pocos años, hoy todo está destruyéndose.
Hagamos un ejercicio de nostalgia.
Hacia el 2010, la Corporación puso como presidente a Francois Mujica a quien el club no le importaba en absoluto. Si hasta declaró a la prensa diciendo que era hincha de Alianza Lima. El poder, entonces, lo manejó Juan Carlos Oblitas. El Ciego, con preocupaciones personales y familiares, administrativamente dejó a Cristal al garete y eso se vio en los pésimos resultados deportivos.
La llegada a la presidencia de Felipe Cantuarias Salaverry marcó un hito positivo. Hay quienes critican algunas decisiones pero, hasta donde a nosotros nos consta, se generó un impulso que nos catapultó de golpe al lugar que nos corresponde: el liderazgo deportivo e institucional en el país. No sólo ordenó la casa sino que además abrió un camino para generar una relación real entre el club y su hinchada. En ese esfuerzo, logró una sinergía positiva que se vio cristalizada en ocasiones memorables como la Noche de la Raza Celeste del 2012 (la despedida del Chorri) y el título de ese mismo año. Cristal tuvo un presidente que prometía crecimiento, que se comunicaba con hinchas, y, sobre todo, que defendía públicamente y en voz alta los intereses del club.
Cuando Cantuarias renuncia en febrero del 2014, administrativamente el club tenía un gerente general y cuatro gerencias: administrativa, comunicaciones, fútbol y menores. Inclusive tenía también una comisión de fútbol, una comisión de menores y una comisión de voley. Con la salida de Cantuarias se inició la deconstrucción de este modelo administrativo.
La gerencia administrativa fue desactivada algunos meses después. Del íntegro de sus funciones, algunas se encomendaron a la jefatura de logística, otras a la labor de secretaría y otras más a departamentos de la Corporación.
La gerencia comercial fue descabezada y sus funciones fueron encargadas a los profesionales subalternos. Pocos meses después, se desactivó completamente. Se mantuvo a la agencia de publicidad y se encargó las decisiones a un consultor externo que jamás encontró la forma de retomar la relación con la hinchada. Se dejaron las campañas que habían logrado el acercamiento del club a sus hinchas, se descontinuaron productos que intentaban fidelizar al hincha, se presentaron iniciativas llevadas a cabo de la peor manera posible, se crearon productos de élite con precios absurdos que jamas conectaron con la gente, se descuidó el trato a los hinchas que adquirieron el Pase Celeste. Las labores de comunicaciones hoy son manejadas por practicantes. El único elemento que se mantuvo correctamente ha sido el área de prensa que sustenta su continuidad en su buena labor.
La gerencia de fútbol se mantuvo y, sin embargo, no deja de llamar la atención lo arbitrario de su conformación. Luego de la salida de Gustavo Zevallos, personaje con años de experiencia en la dirigencia peruana, se eligió a Dieter Schreiber, profesional joven con estudios especializados en el extranjero y quien ya laboraba en Cristal como gerente de menores. Luego, el año pasado se hizo la rotación en el puesto. Schereiber pasó a formar parte del comando técnico de Mariano Soso y se invitó a otro joven profesional sin experiencia específica. Si se ve con ojos corporativos, esta rotación es inexplicable.
Pero también nos deja un tema en el aire: el puesto del secretario técnico. Según se informó en el año 2014, el puesto solicitado y creado por Daniel Ahmed se encargaba de realizar labores de scouting. Como logro de esa labor se mostró la contratación acertada de Sergio Blanco. La idea era que las contrataciones no fueran hechas de manera arbitraria sino que contaran con un sustento técnico. Era una especie de límite a la arbitrariedad de una Comisión de Fútbol que ya mostraba cierta predilección por equivocarse.
El puesto existió desde el 2014 hasta el 2016. Desde la salida de Mariano Soso, la Secretaría Técnica ya no existe y eso da a entender que las decisiones de incorporaciones están sujetas nuevamente a la arbitrariedad de la Comisión de Fútbol.
La gerencia de menores también ha sido desactivada. Administrativamente, además, ya no siguen las jefaturas de Alberto Giraldez y Telmo de Andrés quienes eran los abanderados del proyecto de menores.
En el voley, si bien existe aún la comisión, la relación entre el equipo y el club ha ido desapareciendo y hoy es casi exclusivamente nominal.
Entonces, hay que darse cuenta que
en Sporting Cristal, lejos de consolidar un esquema administrativo positivo, hemos sido testigos de una progresiva deconstrucción del mismo en todos sus extremos. Hoy Cristal es un club manejado por cuatro personas. El gerente general Carlos Benavides que, al parecer, está al cargo de todo (fútbol, administración, comunicaciones, menores y voley); el gerente de fútbol Alfonso García Miró que, desde que dejó de tuitear, ya no sabemos qué hace; y los dos miembros de la Comisión de Fútbol que todos conocemos: Michael Debackey y Francisco Lombardi.
En tres años hemos pasado de eso, a esto.
Hoy Cristal es un club cuyos objetivos se han reducido a la obtención del título nacional. Cuyo proyecto de menores ha demorado mucho en dar resultados y son mas los jugadores que han dejado la actividad que los que están generando ingresos al club. Que ha perdido la conexión que tuvo con su hinchada. Que lejos de solucionar un problema de violencia en las tribunas sólo se limitó a tomar medidas que se encargaron de hacerlo permanente. Donde las decisiones sobre incorporaciones ya no tienen un sustento técnico y, al parecer, están sujetas a la arbitrariedad de dos personas que nadie sabe en base a qué deciden.
Entonces hay que preguntarse, ¿quién es el responsable de este estropicio?
Pues definitivamente, el líder. Desde que Federico Cúneo asumió la presidencia del club, hemos sufrido una caída administrativa total. Eso sin contar que Cúneo no tiene ninguna cercanía tiene con el hincha rimense. Pasamos de tener un presidente que estuvo siempre presente y activo a la fantasmal presencia del actual.
Debemos reconocer que Cúneo es un profesional de primera línea y un ejecutivo exitoso. Pero su gestión a nivel administrativo viene siendo totalmente perjudicial. Con él al mando hemos jugado tres finales en tres años y ganado dos, pero se ha perdido la organización administrativa, se han perdido avances logrados con mucho esfuerzo en independencia a la hora de hacer contrataciones y se ha perdido la relación del club con su gente.
Ha permitido que las decisiones futbolísticas sean hechas con total arbitrariedad trayendo las consecuencias que hoy vemos. Para muestra, un botón. Se ha contratado al técnico sin que se haga una selección criteriosa y seria, confirmando que esa contratación se basó más en relaciones amicales. Cristal presenta hoy su peor cara en años y el responsable no puede ser otro que él.
En realidad hay que tener presente que Federico Cúneo está haciéndole un favor a Sporting Cristal. Flaco favor, claro está, pero favor a fin de cuentas. Y lo digo porque para él, para su prestigio y su carrera, ser presidente de Sporting Cristal no le suma. Cúneo es exitoso no porque sea el presidente de Cristal, lo es por sus propio esfuerzo en diversos campos. Pero es claro que este favor que le hace al club ha hecho mas daño que provecho. Es claro que su estilo de manejo no ha dado resultados. Esto ya no es 1991, definitivamente.
Sporting Cristal necesita un presidente que trabaje activamente en procurar que la institución no se asiente peligrosamente en sus laureles. Una persona que evite que en el club se crea que los logros obtenidos constituyen una cama donde echarse cuando deberían ser, más bien, el resorte que nos impulse a tener mas y mejores logros. Cristal necesita otro tipo de liderazgo. Uno que el presidente actual no tiene y pareciera que no piensa tener. No se trata de pedir el retorno del último ex-presidente de la institución pero sí pedir que quien asuma las riendas de Sporting Cristal quiera, realmente, hacer la institución más grande y no dejarla en piloto automático como parece que fue la intención de don Federico.
Por: Chalo
Director de elcristalconquetemiro.com