CRÓNICAS

Alfredo Quesada: «Para mí, Sporting Cristal es mi familia. No es un club»

Pocos tienen el privilegio de ser historia viva, de cargar sobre sus hombros el peso de una época dorada. Alfredo Quesada es uno de ellos. El gran «Flaco», el patrón del mediocampo de Sporting Cristal y la selección peruana, ha roto un largo silencio para descorrer el velo de su gloriosa carrera. Y lo ha hecho con la franqueza de quien ha visto todo, en una conversación que destila anécdotas, confesiones y un amor inquebrantable por el fútbol.

No es común escuchar a un crack de su talla hablar de sus orígenes con tanta humildad. La historia del “Flaco” Quesada no empieza en los estadios repletos, sino en la Talara de su niñez, en Piura. Fue la promesa de un amigo la que lo hizo subirse a un ómnibus hacia Lima, sin saber que se dirigía a un futuro de gloria.

En la capital, el destino le tenía reservada una sorpresa en el Rímac. Quesada llegó a Sporting Cristal como puntero derecho, un extremo con velocidad y desborde. Pero un gigante del fútbol, el recordado Didi, vio en él algo más.

Con una visión que solo los genios poseen, Didi lo sentó un día para comunicarle su decisión. «Tú no vas a jugar más como puntero. Te vas a quedar de mediocampista», le dijo. Alfredo Quesada se convertiría en un «volante de marca», una posición que él confiesa, al principio no entendió del todo. Pero la intuición de Didi era infalible.

Ese cambio táctico no solo moldeó la carrera de un futbolista; le dio al Perú uno de los mejores volantes de marca de su historia, un muro infranqueable que se convertiría en el cimiento de los equipos más recordados.

La crónica de su vida no estaría completa sin hablar de la familia que encontró en Sporting Cristal. “Para mí, Sporting Cristal es mi familia. No es un club”, afirmó con emoción. Un sentimiento que demuestra el lazo inquebrantable que lo une a la institución que lo vio nacer y crecer como leyenda. El “Flaco” Quesada, un hombre que no solo jugó al fútbol, sino que lo vivió con el alma.